... cada kilómetro un mar de felicidad, cada entorno un referente para los sentidos, y cada persona, el puto mundo.



Camino De Eslovenia, Julio 2005


Si no fuera por una brusca frenada consecuencia de un cambio inesperado de dirección, y un despiste debido a un puñetero insecto, mi compañero de rutas el Pelao, y un servidor, hubiéramos alcanzado el destino fijado que era Eslovenia. Pero mira por donde el destino quiso que no, y nosotros sumisos, obedecimos. Pues de esta guisa, y después de la impresionante embestida por detrás a la que me vi sometido por parte del pelao, bastante fue que resolviéramos iniciar la vuelta él sin freno trasero y yo a escape libre.

El viaje previsto pasó de 3 a 2 semanas con un total de casi 6.000 kms recorridos y muchos sitios visitados, incluyendo la vieja y conocida Krivoklat en República Checa, y que desde aquí recomiendo y animo a todos los bikers a visitar tanto por su bello enclave como por sus hospitalarias gentes. Para llegar a Krivoklat optamos por rodear Praga a través de su enrevesada red de secundarias a fin de evitar su temida circunvalación apestada de coches y camiones, y si no que se lo digan al pelao cuando amablemente invita a un torpe conductor a apartarse de nuestro camino ja, ja... y de ésta manera, nos encontramos inmersos en entretenidas carreteras comarcales rodeadas de frondosos bosques y escarpadas montañas, todo un placer para la vista.

Iniciamos ruta desde Madrid por la A-1 dirección a la frontera francesa atravesando Navarra, y pernoctamos en un pequeño pueblo llamado Valcarlos justo en la frontera con el país vecino. Han sido poco más de 500 km, pero los últimos 40 se ha hecho interminables debido a que discurren por carreteras de montaña y además la noche se nos echaba encima...

Parada para repostar en Roncesvalles, ciudad de vasta historia y magníficos paisajes en pleno Pirineo Navarro.

En el pueblo de Valcarlos hacemos noche en el recomendable Hostal Casa Marcelino, hotel de gran porte y decoración rural, que nos abre sus puertas en la espera de un merecido descanso pero no sin antes saborear una estupenda cena casera y unos pacharanes de la tierra.

A la mañana siguiente emprendemos ruta por las siempre maravillosas autopistas francesas dirección París a su paso por Burdeos y Poitiers. Después de más de 800 kms recorridos estamos a las puertas de la capital francesa dónde haremos noche en otro clásico, los hoteles Formula 1. En la jornada siguiente nos internaremos en Alemania hasta nuestro siguiente destino, la ciudad de Heidelberg.

Nuestro hotel favorito en pleno centro de Heidelberg y restaurado por artistas de la época, el Hotel Tanhausser.


Tras un estupendo desayuno alemán a base de salchichas y huevos duros, cargamos las bestias y emprendemos ruta hacia la frontera checa a su paso por la ciudad de Nuremberg. El viaje es monótono y discurre por autopistas infectadas de camiones de alto tonelaje que unido a las altas velocidades a las que circulan los turismos, entorpece nuestras maniobras de adelantamiento. A media tarde y después de 400 kms ya estamos en Krivoklat, República Checa.

En casa del "Oso" siempre agradecemos el poder estar un año más y disfrutar de sobadas de hasta 14 horas!, eh Pelao? ja, ja... y a sólo 15 euros por cabeza y día!. Quién da más?

En lo alto del pueblo destaca su castillo de arquitectura renacentista.

En su interior el tiempo parece haberse detenido...

... y de que manera!, estos del medievo si que sabían montárselo...

Que tierna estampa, el pelao ante la atenta mirada de la inocente infante...

... y un servidor nada convencido.

Fantástica vista desde lo más bajo del pueblo.

Con nuestros anfitriones Alex y Ana, a los que conocimos tomando unas birras (las mejores del mundo!) en el local donde trabajan, ejerciendo de furtivos en lo más profundo del bosque... y con fuego real!, toda una experiencia.

Unos encantos...


Alex nos enseñó la estupenda Harley que él mismo estaba transformando en el garaje de su casa. De ésta manera y después de unas cuantas birras, entablamos una estrecha complicidad que tuvo su recompensa en forma de concentración de motos en la ciudad de Turnov a 150 kms de nuestra "mansión".

Impresionantes paisajes...

... y el recinto de la concentración que presentaba este aspecto, una pasada!.

En la carrera de lentas y antes de salir por patas, eh Pelao? ja, ja...

De vuelta ya para España y a escape libre, nuestro Zimmer en la ciudad de Waidhaus en territorio alemán.

2 comentarios:

El Capi dijo...

Como os lo pasais cabrones. Un abrazo y celebro que te alegre el dia lo de los Nashville, a mi me ha gustado mucho, buen album

El Capi dijo...

Supongo que los conocerás, pero los que cuelgo en 1/2 horita o así son tremendos.
Un abrazo y gracias por el comment