... cada kilómetro un mar de felicidad, cada entorno un referente para los sentidos, y cada persona, el puto mundo.



Pirineo Y Alto Aragón, Octubre 2018


Semana del Pilar, semana para rodar. Así ha sido y así lo queremos contar. El último de los permisos en el ocaso del buen tiempo y en la constancia de la buena cara. Tierras mañas donde uno se encuentra como en familia, y donde los mejores años de profesión forman parte de esta magnífica tierra que siempre me ha regalado satisfacciones y solo buenos amigos.

Non stop por la más que conocida y recordada A-2 hasta tierras de Aragón, y desde allí enfilar la comarcal desde Huesca que nos ha de traer al cuartel general durante estas dos jornadas, la impresionante Alquézar.

Aterrizados en lo más alto y cuestionando la mejor ubicación donde ha de pernoctar el hierro...

... y en el siguiente nivel, nuestro Hotel favorito donde han de pernoctar los hierros racionales. De lo más recomendable, sobre todo su servicio de desayuno que no te dejará indiferente.



Revitalizados tras la llegada toca descubrir algo más sobre esta impresionante villa...



A la vera del Vero, la villa se encuentra inmersa en el Somontano oscense, donde entre otros, destacan toda clase de actividades al aire libre: senderismo, barranquismo,... solo aptas para mentes oxigenadas. 

Para el resto, un paseo rodeado de interesante Historia...

... y rincones sin igual...



... se trata de la Colegiata de Santa María la Mayor - Castillo. Emplazamiento estratégico donde los moros levantaron fortaleza allá por el siglo IX y después, tras la Reconquista, los cristianos habrían de consagrar en el siglo XI su colegiata allí encastrada.





Sin duda, la mejor de las vistas.

En su exterior y aislada, la Torre del Vigía...

... y en el interior, su claustro románico que te ha de mostrar su guía... o no.







Indagando y curioseando...

... y hasta un museo de arte sacro de lo más interesante.

En sus calles el medievo rezuma olor por todos los rincones...

... incluida la Iglesia de San Miguel Arcángel, siglo XVII.

Centrándonos en las vistas...

... es hora de centrarnos en otros menesteres más carnales y terrenales, hasta planchar oreja como dios manda.

Amanece y muy bien desayunados, por cierto. Jornada de incursión en posiciones claves previamente organizadas. Tomando como referencia la N-123 y la N-230 descubriendo enclaves hasta ahora desconocidos... 



... Barbastro, BebabarreAler. 

Pequeña localidad esta última donde hacer un alto para contemplar su Iglesia románica, siglo XII. 



La rodada resulta tranquila y segura, a la altura del entorno.



Montañana se encuentra dejando la N-230. Sorprende una localidad casi desierta, no en vano tan solo un par de albañiles y la sensación de estar en un pueblo fantasma inmerso en la comarca de Ribagorza, salen a nuestro encuentro.
Pueblo rural con sus calles totalmente empedradas, sobrecoge en lo más alto la Iglesia de Santa María de Baldós, románica siglo XII.  

Desde ella puede divisarse el entorno rural formado por casas diseminadas y alguna ermita tal y como lleva sucediendo durante cientos de años. La Ermita de San Juan es también románica y del siglo XII.



Sumido en una lenta pero magnífica restauración de su núcleo urbano para beneficio del viajero incansable, puede admirarse antigua arquitectura y rico legado... Puente medieval.  

El sendero nunca es peligroso ni los muertos lo guardan...



... primero de los Puertos...

... y la A-1605 recién asfaltadica, así da gusto.

Es Roda de Isábena quien asoma desde lo alto.

Allí, entre otras, se encuentra la Catedral de San Vicente de estilo románico...

...o servidor de estilo dórico ja, ja.



Levantada hasta en dos ocasiones, siglo X la primera y siglo XI la segunda, tras ser destruida durante el saqueo de la villa por el hijo de Almanzor en aquellos turbulentos años...



... entre sus muros se guarda con recelo la Crónica Rotense o de Alfonso III, apta tanto para paganos como para ortodoxos.  



La jornada en su apogeo y reiniciando la vuelta. Entre duelos y quebrantos de carretera la localidad de Graus al abrigo del Santuario de la Virgen de la Peña...



... y servidores, al abrigo de un buen somontano y longaniza de la tierra.

De vuelta por la N-123 y los diez túneles de Olvena.





Al atardecer en nuestro refugio y a descansar pensando en la jornada de mañana.

Con la fresca Alquézar ha despertado y nosotros con ella. Recogemos y partimos hacia un nuevo destino... 



De nuevo la N-123 pero esta vez a su paso por Torres del Obispo...

... para después continuar por la A-139...

... y conectar con el Eje Pirenaico N-260.

El entorno cambia y se hace más poderoso, sin duda la influencia del Pirineo se hace presente. 



En la confluencia de los ríos Cinca y Ara el centro histórico de Aínsa se yergue ajeno al tiempo.

Ha sido villa fortificada desde el siglo XI integrada en la línea defensiva de los cristianos.



En la Plaza Mayor se encuentra su Ayuntamiento y soportales donde avituallarse a mesa puesta. 



La Iglesia de Santa María, siglo XI, es también fortificada tal y como prueba su excepcional torre.

La calle Mayor, totalmente empedrada, permanece impertérrita al paso del tiempo...

... y en lo más alto, la singularidad del entorno.





Aún con tiempo variable un vino siempre ha de caer...

... después, hacia las afueras por carretera ardua estrecha...





... hasta la localidad vecina de El Pueyo de Araguas.



Aínsa a lo lejos...

... y de nuevo en ruta por la A-139.

Es en el corazón de los Pirineos el único paso hacia nuestro destino: el congosto de Ventamillo...



... un estrecho cañón que nos dirige al Valle de Benasque.

Sahún, Eriste...

... y BenasqueNuevo cuartel general durante dos jornadas al abrigo de nuestro Hotel favorito bien situado y de fácil acceso en moto. Totalmente recomendable.

El río Ésera atraviesa la localidad...

... y nosotros también.

Iglesia de Santa María siglo XIII...



... y amanece que no es poco! Flamante jornada de excursiones siguiendo los pasos que nos ha de marcar la N-260 hasta la frontera con la comunidad catalana.



Buena carretera y siempre buenas vistas...

... algún Puerto...

... curvas...

... montaña...

... y más Puerto.





Por un momento, abandonamos la nacional al encuentro de un núcleo de población en lo más alto y divisado desde la propia carretera... 



... su nombre, Castarné. Además del Castillo Castrum Nigrum inexpugnable por uno de sus flancos, siglo XI, uno puede sentir un entorno rural modélico y mucha paz...

... y aún más alto, sentir su mirador desde el cual se divisa y controla todo el valle del Baliera.



El sendero continua y después de una breve incursión en Pont de Suert en busca del ansiado paracetamol...

... más puertos...

... y siempre verdes praderas.

Es hora de retornar por donde hemos llegado...

... no sin antes parada en Castejón de Sos y almorzar como solo se almuerza por estos lares.

Somos bienvenidos y eso siempre es de agradecidos.

Quinto día de periplo y el cielo mantiene la tregua... más le vale ja, ja.

Y es que el Eje Pirenaico da para todo y mucho más, sin duda.



El tramo de nacional resulta extrañamente familiar, no se... claro que sí, la localidad de Broto ha sido mancillada por jinete aunque no por montura ja, ja...





... como Torla. Considerada el vestíbulo del Parque natural de Ordesa y Monte Perdido, esta localidad es un reclamo para el visitante ávido de descubrir lo que esconde el valle del Broto y sus alrededores. 



La Orden de San Juan de Jerusalem, auxiliaba al peregrino en su devenir y protegía el Camino desde Gavarnie por el puerto de Bujaruelo...

... incluyendo visita obligada a la Iglesia de San Salvador de origen románico. 

Otros simplemente recogen y continúan ruta...

Entre carretera de montaña...

... y más Puertos...

... nos adentramos en la Comarca del Alto Gállego.

Muy cerquita de la frontera con Francia nuestro destino para esta noche...





... Sallent de Gállego. Inmerso en uno de los valles más extensos del Pirineo, la localidad es quizás para estas fechas, demasiado tranquila.

En lo alto y en segundo plano la Iglesia parroquial del siglo XVI...

... y a sus pies, nuestro Hotel favorito del día y la historia del gigante de Sallent.

Amanece muy cerquita de la frontera.



Un capricho antes de reiniciar la vuelta, Col du Pourtalet...



... y la mejor compañía en tierras francas.

De vuelta a los orígenes...



... no sin antes constatar una deuda que quede pendiente antes que el tiempo se agote.

Aperitivo en Logroño y cena en familia en Burgos,... qué más se puede pedir?

Pues eso, Madame Kalalu ja, ja... Y HASTA LA PRÓXIMA PENDEJOS... Y PÉCORAS!

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