Cuanta razón tenía el viejo Willie Nelson cuando rezaba “… no puedo esperar para echarme de nuevo a la carretera”, y cuanta razón compartía. Esa carretera que nos ha visto rodar sin importar rumbo o singladura, condiciones meteorológicas, estado corporal o espiritual (nuestro cuenta kilómetros particular), en definitiva todo aquello que nos arrastra a aparearnos con la madre carretera, esa misma que nos vio crecer y aprender, madurar y mostrar, envejecer y enseñar...
Es por ello que llegado el momento, los amigos, muchas ganas de pasarlo bien y una ruta que nos ha de llevar por carreteras secundarias y terciarias, se convierte en el punto de reencuentro con el entorno y sus gentes, para poder así reescribir una nueva etapa en el arte de rodar…
La mañana promete en grados de todo tipo, el punto de encuentro es desencuentro para algunos, eh Pumuki? ja, ja.
A gusto y sin autovías...
... pero en compañía...
... enfilamos por una vieja conocida, la N-110.
Aldeavieja, Berrocalejo de Aragona, Vicolozano...
... y Avila.
El Humilladero de los Cuatro Postes es el punto elegido para obtener una panorámica perfecta de la ciudad amurallada, además, saborear unas yemas autóctonas en compañía de un dispensador un tanto brasa, la mejor de las excusas para inmortalizarnos a ritmo de trenecillo.
Atrás queda Avila, ciudad de caballeros, y delante carretera y más carretera.
Hacia Muñico el paisaje se torna inquietante...
... y es que no en vano sus afloramientos de granito evocan a golems de tiempos pasados...
... y sus infinitas rectas a paisajes de otras latitudes, eh Pelao?.
Un alto donde cambiar impresiones o simplemente reirnos de todo.
Se suceden Alaraz...
... y Horcajo Medianero.
Encinas y chaparros...
... acompañan al grupo.
A lo lejos se divisa población, se tatará de Santa María de Berrocal?.
No importa, sabemos que no se moverá y permanecerá allí mismo otros diez siglos más...
... no como el grupo, cambiante a cada segundo.
Tranquilidad por doquier.
Pequeños núcleos de población nos avisan de que nos aproximamos a algo grande.
Pero mientras tanto una de terciarias ja, ja...
... y rincones por descubrir.
Mi olfato y vista no me traicionan...
... el Embalse de Santa Teresa nos abre las puertas de Guijuelo.
Allí la premisa reinante es comer, comer lo mejor posible. Creemos que una de las mejores opciones, o así al menos nos recomiendan, es darnos un homenaje en la Barbacoa La Amistad...
... y su marisco de pocilga ja, ja...
... que sin ser nada apestoso, resulta ser de lo más guarro, faltaría más!.
Es en estos casos y después de una bacanal a la altura de los comensales, cuando siempre se agradece la cercanía del destino. Nos adentramos en la antesala del Parque Natural de Las Batuecas - Sierra de Francia...
... y allí nuestra meta, la Villa de La Alberca.
Pero primero nuestro hospicio (Hotel Las Batuecas)...
... y solar de gamusinos ja, ja.
Es en la Edad Media cuando se produce la repoblación
de los territorios conquistados a los moros por decisión del rey Alfonso IX.
Del flujo de gente que llegó a estas
tierras, parte destacada fue la de origen francés a través de D. Raimundo
de Borgoña, noble francés casado con doña Urraca. Este origen justificaría la numerosa presencia de topónimos
franceses en la Sierra de Francia.
Enclavada en roca granítica, la Villa es un sitio acojonante donde cabe la posibilidad de hacerte con un "pisito" por unos 5.000 lereles o al menos es lo que pensábamos...
Por su colorida Plaza...
... y en especial por sus estrechas callejuelas puede intuirse aquel
viejo anhelo religioso que empapó la región allá por el medievo.
Un significativo ejemplo de castos fieles en pleno recogimiento espiritual...
... y otro que no lo es tanto ja, ja.
Hasta el cielo se muestra generoso en dádivas...
... y servidores en amigos.
Rural power!.
Los últimos rayos de sol...
... nos adentran en la Moza de las Ánimas y su particular visión del mundo en la oscuridad.
Ésta se hace acompañar por otras mujeres, haciendo un recorrido por las calles del
pueblo y parándose en determinadas esquinas para llamar a la
oración a los vecinos.
"Todos los días del año, haga frío o
calor, llueva o nieve, al atardecer, cuando el crepúsculo de la tarde
está cayendo, se oye por las calles de La Alberca, el tañir de una
campana acompañada de un salmo y bisbiseo acompasado;
«Fieles cristianos
acordémonos de las benditas almas del
purgatorio
con un padrenuestro y un avemaría
por el amor de Dios»
acordémonos de las benditas almas del
purgatorio
con un padrenuestro y un avemaría
por el amor de Dios»
Da tres toques con la esquila y continúa con la salmodia:
«Otro padrenuestro y otro avemaría
por los que están en pecado mortal
para que su Divina Majestad
los saque de tan miserable estado»
por los que están en pecado mortal
para que su Divina Majestad
los saque de tan miserable estado»
Después de una noche tranquila gracias a la Moza de Ánimas, el día amanece propicio y, tras desayunarnos, emprendemos ruta hacia la Peña de Francia.
En lo más alto, al final de una carretera repleta de curvas y repechos, la PAZ.
Preciosas vistas...
... donde es posible tocar el cielo (literalmente)...
... o bajar...
... hasta este recondito agujero henchido de contemplación.
Deseos cumplidos...
... por cumplir...
... y otros que están por llegar.
Su grandísimo santuario del siglo XV, es prácticamente inaccesible en invierno por la nieve.
El repetidor domina...
... todo el Campo Charro...
... y la Hospedería, simplemente ofrece de dormir y comer, nada más.
Iniciamos el retorno y ya estamos como siempre, crucecito y hacia donde tirar ja, ja.
De vuelta a La Alberca...
... y hacia Las Batuecas.
Carreteritas de montaña...
... y muchas curvas.
Siempre hay alguien que tiene que dar la nota con los semaforitos.
Ya en tierras cacereñas a su paso por Las Hurdes, paradita en Las Mestas y repostar algo de ibéricos.
De nuevo en Castilla y non stop hasta Béjar.
Por unos minutos rodamos juntos, después adelantamientos varios y a seguir zumbando ja, ja.
De vuelta a la N-110... y es que cómo me gusta esta jodida carretera!.
Sigo buscándolo ja, ja... HASTA LA PRÓXIMA PENDEJOS!.
2 comentarios:
De las aguas perdidas, la mitad recogidas, se te echaba en falta por estas paginas, bien venido.
Saludos
... ja, ja gracias tron!, ahora me lo tomo todo con más calma, nada más ;-). Un saludo.
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