Una invitación por cumplir una jornada que disfrutar. Carretera, un destino fijado y que sea lo que dios quiera. Compartir experiencias y ratos de sobremesa. Intercambio de conocimientos y puntos de vista. Siempre disfrutando y sonriendo. Dejarse llevar. No pido nada más, ni nada menos. Si estás de acuerdo, sube y mantenme siempre motivado...
N-I para qué te quiero? Para ganar al tiempo y llegar a mi destino, contestó uno. Para rodar seguro e intentar disfrutar, contestó el otro. Pues eso, ganar al tiempo ratos de disfrute.
Todo un descubrimiento que no pudo ser, me cachis!
Otra vieja conocida es la N-110, pero esta vez luce el sol y además muy buena temperatura.
En Santa María de Riaza el románico tardío imprime a la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad el apelativo de jodida obra maestra rural.
Los soportales fueron levantados durante el siglo XVII y en la actualidad sus espacios de luz permanecen tristemente enrejados.
Toda cruz esconde significado y dudas, algunas además, hasta algún infiltrado temeroso de dios ja, ja.
En las cercanías antiguas casonas con no menos curiosos detalles...
... y a la entrada del cementerio una placa que habla por sí sola.
La torre-espadaña vino a sustituir a la antigua torre románica cuando ésta se derrumbó de forma fortuita.
Nos adentramos ya en un Ayllón en fiestas. Además de puestos al uso para con estas fechas, llama la atención la portada del Palacio de los Contreras.
En su Plaza Mayor, resaca de fiesta y olor a torrezno en sus bares más castigados aunque siempre despiertos.
Antiguo palacio de los Marqueses de Villena que es hoy sede del Ayuntamiento de la localidad. Construido en el siglo XVI tan solo conserva la fachada original.
Detalles de la Iglesia de Santa María la Mayor...
... y detalles de sus calles.
En escalada urbana la localidad va luciendo galas...
Antiguas bodegas excavadas en la montaña se convierten en enmarañados cubículos solo apto para mentes despiertas y retorcidas ja, ja.
... pero es en lo más alto donde su excelencia queda aún más patente.
Allí permanece impertérrita La Martina, la torre albarrana de origen árabe utilizada como campanario por la antigua iglesia románica ya desaparecida.
Es el emplazamiento de la antigua Iglesia de San Juan Evangelista de la que aún se conservan sus vetustas fachadas.
La Martina vigilando...
... y en la Plaza Mayor bailando. Jotas castellanas y seguidillas campesinas amenizan la vista de éste madrileño de pro entre admiración y mucho respeto.
A la vuelta siempre nos queda soñar y/o desear... Y HASTA LA PRÓXIMA!
4 comentarios:
Siempre mola regresar por estas rodadas tuyas, completísimas en historia documentada y mejor música de fondo.
Saludos, Bird.
Gelu.
Muchas gracias, Gelu. Siempre es bueno verte por estos lares y disfrutar :-).
Un saludo.
Estupenda recomendación... Me apunto Ayllón para mi próxima visita por tierras castellanas. Nos vemos en la carretera
No te defraudará ;-)
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