Increíble ruta por el país vecino con todos los ingredientes necesarios para pasarlo muy pero que muy bien. Han sido días rodando por una de las zonas más proclives para obtener tan magna satisfacción, el Piríneo francés en todas sus caras posibles. Se han sucedido un buen puñado de coronaciones a través de carreteras de montaña perfectamente integradas en el paisaje. Hemos podido disfrutar de un sinfín de risas a cual más surrealista por las situaciones creadas, incluyendo las de un perfido alemán experto en la sustracción de sillas de caña en mitad de la noche ja, ja.
En resumen, un reencuentro con el inicio de nuestras rutas europeas en un marco de gran ambiente y espíritu de fiesta regional... ROCK N' ROLL!.
La A-2 siempre se hace un tanto pesada, por eso después del 103 hay que buscar entretenimientos alternativos ja, ja.
A 40 kms de Huesca nos sorprende una jodida tormenta de la que somos capaces de recuperarnos, en gran parte gracias a los servicios de nuestra fonda...
... y sobre todo a accesorios de cuarto de baño que nos proporciona nuestro hotel favorito.
Sequitos y desayunados el día tiene otro color...
... luce el sol...
... y hasta la acorazada se anima.
Pimeras impresiones en ruta y primera de una serie interminable de repostajes de nuestro querido Pistolo ja, ja.
En plena comarca del Somontano de Barbastro se encuentra la localidad de Naval...
... y a lo lejos, la torre de su antigua iglesia gótica del siglo XVI.
Rodamos ya por la A-138 que no hemos de dejar hasta la frontera.
Viejos conocidos como la localidad de Abizanda salen a nuestro encuentro...
Alguna obra de última hora...
... y alguna oportuna nueva localidad, Samitier.
La incertidumbre da paso a la realidad...
... es la villa de Ainsa, capital de la Comarca del Sobrarbe.
Los Pirineos se desperezan a nuestro paso...
... y es menester por ello escenificar un alto en las mediaciones de los numerosos campings que surten a la comarca.
Echar un cigarro se convierte en la excusa perfecta mientras lo visto y oído cambia de punto de vista constantemente...
... y si no juzguen ustedes mismos...
...
Es el último enclave donde realizar el último repostaje y avituallamiento antes de cruzar a Francia...
... la estación de servicio de Parzán.
Localidad de apenas 60 habitantes pero mucho movimiento a juzgar por los numerosos foráneos que paramos en su restaurante.
Últimas comprobaciones...
... cascadita en el semáforo...
... Pelao que pasa del Santi...
... Pistolo para la ocasión...
... y el túnel de Bielsa-Aragnouet.
Tres bien monsieur...
... por fin en suelo francés....
... el entorno y las carreteras te delatan jodío.
Nos apadrina la D-173...
... nos sirve bien la D-178 a su paso por Aragnouet...
... la D-929 a la altura de Saint-Lary-Soulan...
... o la D-918...
... y así hasta nuestra primera coronación, Col d'Aspin y sus 1489 m de altitud.
Una auténtica pasada...
... hasta bucólica!.
Observando la bajada...
... y preparados para el descenso.
Hay que estar para sentirlo...
... y muy cerquita nuestra segunda conquista...
... el Tourmalet y sus 2115 m de altitud.
Viejas glorias...
... bonitas vistas...
... y más viejas glorias ja, ja.
Pasote y encima viento...
... después mucha tranquilidad y amables nubes.
Timonel, todo a babor!...
... maldita sea!, y algún botarate se lo querrá perder... el circo de Gavarnie.
... pero antes, y después de esquivar al persistente alemán y aturdidos por la señora de la bici (pagar, pagar!), un agujero donde dormir aunque con garaje.
Con seis kilómetros de diámetro, esta muralla rocosa o circo es uno de los sitios más visitados por todos aquellos amantes del tenderismo y del senderismo, pero también por eclécticos y caóticos motoristas ja, ja.
Aguas de un azul cloro...
... y un viejo puente quizás medieval fijan nuestra atención por un momento.
La cascada de Gavarnie es una de las más altas de Europa con más de 400 m de caída vertical. Existe una ruta de acceso para intrépidos andantes...
... pero no para nosotros, por lo menos hoy.
Animada cena y a los postres numerosos sorbitos de armagnac y calvados, pero solo eso, SORBITOS.
En planta temprano y saludando, pero no tanto como unos bmuvistas que vemos pasar en sus lustrosas máquinas... primero un petit deyene y luego dios dirá.
El incombustible alemán tuvo que volver a las sillitas de caña a juzgar por nuestro seguro garaje, eh? ja, ja. Saludos al Sr. Tablón y su coleguita ja, ja.
De nuevo en ruta!...
... pero antes una parada que no hicimos a la ida y que merece la pena contrastar.
Se trata del Puente de Napoleón que mandó construir Napoleón III en 1859 en agradecimiento a los habitantes de Saint Sauveur...
... agradecimiento por la cura de la emperatriz consorte Eugenia de sus problemas de infertilidad en las termas de la localidad.
El poste coronado por el águila imperial reconoce el mérito del ingeniero constructor.
Con sus 65 m de altura, asomarse resulta todo un espectáculo.
Cruzando Saint Sauveur...
... nos topamos con las termas culpables.
Atrás quedan napoleones y demás, la ruta prosigue y de qué manera!.
Soulom es la primera en ser testigo de nuestro cómodo ascenso...
... le seguirán pequeñas aldeas de paz y armonía...
... y hasta extensos prados siempre vigilados por los altos más espectaculares.
Es lo que tiene el Pirineo, curvas a derecha...
... curvas a izquierda...
... Adast, Balagnas,...
... Lau-Balagnas...
... grandes rectas donde la música en ruta enturbia mi cabezota...
... y todo lo que quieras creer, pensar...
... o desear.
Se huele la cima...
... el alto de Soulor y sus 1474 m de altitud plena.
Gallináceos incluídos!
Como en cada uno de los altos atravesados un restaurante sirve viandas a todo tipo de fauna.
El descenso es de los más disfrutados hasta el momento...
... el trazado sin quitamiedos impone aun más respeto a la par que más entretenimiento, es una mezcla realmente extraña.
Y muy cerquita...
... nuestra última coronación, el alto de Aubisque.
Abandonamos la montaña más abrupta para continuar una nueva ruta por la D-918.
A partir de aquí el paisaje cambia, atrás van quedando repechos y altas cimas y el paisaje se envuelve de frondosos bosques de pinos, muchos de ellos centenarios a juzgar por el diámetro de su gran tronco.
Estamos en plena ruta de los quesos. El embriagador perfume eau de fromage apesta cada rincón de la bonita localidad de Laruns...
Paradita y viandas para l'Espagne...
... y para nuestro hambriento estómago. La elección todo un acierto, el Au Bon Coin en la ruta de las termas de la localidad de Lurbe-Saint-Christau.
No faltan ganas de siesta después de semejante festín, pero hemos de continuar. La solitaria D-918 nos abre camino...
.... y la D-933 nos aproxima de nuevo a la frontera.
Después la N-135 y de nuevo en Roncesvalles, y digo de nuevo porque ya hemos perdido la cuenta de las veces que hemos pasado por esta emblemática localidad, eh Pelao?.
Un vinito y comentario de jugadas...
... para después enfilar hacia la localidad de Logroño, donde después de vernos inmersos en esa tormenta que nos traía negros pero supimos sortear gracias al radar Santi inc., pernoctar en su estupendo, y a partir de ahora, hotel favorito.
Después ya nos veremos
inmersos en sus calles celebrando las fiestas de San Mateo...
...ja, ja...
...ehhh??...
... ROCK & ROLL! ja, ja.
... no sabemos cuando caímos en cama y si en el hotel fuimos bien recibidos, lo que sí sabemos es que nos comportamos como lo que somos, motoristas de buen pensar y mejor hacer aunque las circustancias a veces nos pasen factura, pero así es la vida y así nos gusta vivirla...
Amanece pensando en la vuelta...
... pero como siempre HASTA LA PRÓXIMA!.
4 comentarios:
Lo mejor de esta ruta es ..... REPETIRLA.
Vsssss
Lo bueno de pasarse por aquí, no es solo el hecho de ver un puñado de buenas fotos y otras tantas fronteras; lo que mola es que despues de leer la crónica, minimizas, y sigues a lo tuyo escuchando de fondo esa cojonuda música sureña..luego, entra Asia en el altavoz y subidón subidón...
Gracias por todo ello.
Gelu
Santi, ha de convertirse en un clásico!. Un abrazo
ja, ja Gelu, son las cosas del deber bien hecho a pleno rendimiento... un abrazo.
genial como siempre¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
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