... cada kilómetro un mar de felicidad, cada entorno un referente para los sentidos, y cada persona, el puto mundo.



Cádiz y Los Alcornocales, Junio 2024


Siempre mola volver a Cádiz. En esta ocasión dos en la carretera y dos semanas por delante para disfrutar de lo que nos ofrece gran parte de su provincia. 
Pero antes, parada obligada en la antigua Hispania romana en tierras extremeñas...

Día primero, Madrid-Mérida.

En la A-5 no hay sorpresa hasta nuestro primer destino, la Augusta Emérita Mérida. La calor pega y el personal se refresca...

... y en nuestra fonda de la jornada, como siempre la gorda a muy buen recaudo. 

El legado romano de la antigua capital de Lusitania perdura dos milenios después: Anfiteatro...



...Teatro...



... Casas del anfiteatro...

... Puente romano...





... Foro municipal...



... o el Templo de Diana.


Días, Mérida-Cádiz.

Es la A-66 que discurre en paralelo a la antigua Ruta de la plata, la que ahora nos ocupa. Muchos recuerdos de años pasados en donde me instalé por asuntos profesionales durante casi tres años.
Después, la transitada hasta la saciedad A-4 que nos ha de llevar a nuestro destino, pero antes parada de avituallamiento en esta fantástica venta...
                              

... olé!

Ya en la Tacita de Plata nuestra fonda céntricamente ubicada nos aguarda, mientras tanto la gorda compartiendo vivencias... qué maja!

Ciudad estratégica donde las haya, Cádiz ha sabido permanecer a caballo entre el Mediterráneo y el Atlántico durante milenios.



El Castillo de Santa Catalina situado en La Caleta, fue ordenado construir por Felipe II después del ataque perpetrado por la pérfida Albión, con el apoyo de los holandeses en 1596...

... y en la visita una interesante exposición sobre la explosión acaecida en la Base de Defensas Submarinas de la ciudad allá por el 1947.

 La Escuela Oficial de Náutica y Pesca se encuentra en desuso hace años, lástima.

A Diego de Alvear y Ponce de León, defensor de la Isla de León durante la invasión napoleónica.

La Catedral de Cádiz debe su actual aspecto a la reconstrucción llevada a cabo a principios del siglo XVIII.

Desde la Torre del campanario se puede otear toda la ciudad...







Continuamos paseando y a nuestro encuentro, los antiguos cañones en las troneras de la muralla para defensa de la ciudad.



Las Murallas de Puerta de Tierra separan la vieja y la nueva Cádiz...





Esculturas y figurines...



La Torre del campanario de la Catedral vista desde su homónima...



En las calles de la ciudad estampas religiosas...

... o gastronómicas.

El Museo de Cádiz ofrece una visión histórica sobre los orígenes de la ciudad y sus tesoros bien hallados...





... y en la Plaza de España, el Monumento a la Constitución de 1812.

Ya de vuelta en nuestro parking al aire libre, el gran Ficus que todo lo ve...

... y el humilde motorista que casi todo lo anota.


Días, Cádiz-Conil.

Traslado de enseres a la nueva pernocta, Conil.

Playas...

... Torre de Castilnovo...

... pero sobre todo más playas...



... y rico pescaíto, mmm.

Las torres vigía formaban parte de la línea existente a lo largo de la costa y mandadas construir ya en tiempos del Rey Sancho IV.





Y con el atardecer perfecto, a disfrutar...


Días, Conil-Castellar de la Frontera.

Hoy toca paseo por la N-340 hasta Algeciras donde nos hemos de desviar hacia el interior por la A-405. Será nuestro Castillo particular en lo más alto de Castellar de la Frontera, nuestra nueva ubicacioón en el corazón del Parque Natural Los Alcornocales.





Situado en el Castellar Viejo, su Castillo árabe y gran fonda data del siglo XIII.

Desde su balcón señorial uno se siente poderoso.



Transitar por sus estrechas calles solo aptas para viandantes, resulta de lo más entretenido...







Viene siendo ya habitual encontrarse sus calles pulcramente decoradas...





... y sabiamente coloridas ja, ja.

Y a lo lejos, África.


Días, Castellar de la Frontera-Setenil de las Bodegas.

Jornada de carreteras provinciales y comunitarias. Se rueda tranquilo y disfrutando del entorno.              



En la A-369 se encuentra esta guarida de antiguos bandoleros de la provincia de Málaga...






Buena carretera...



... e intrépidos clásicos.



Acicalados y dispuestos en nuestra fonda, Setenil de las Bodegas nos aguarda.

Enclave pintoresco donde los haya de la provincia de Cádiz, Setenil discurre incrustada en la roca...

... al paso del río Trejo.









Siete sitios, de ahí el nombre de Setenil, costó al reino cristiano la conquista de esta plaza, clave en el avance y conquista de la ciudad de Granada.




Días, Setenil de las Bodegas-Olvera.

Continuamos hacia el interior de la provincia de Cádiz inmersos en carreteras comarcales...





Escogemos el camino largo hacia nuestro destino del día, pero antes parada táctica para nuestro desayuno andaluz en Algodonales: mollete y cafelillo en vaso.

Después Olvera...

... y nuestra guarida.

Conquistada por el rey Alfonso XI allá por el 1327, Olvera es un ciudad abierta de empinadas callejuelas que has de sufrir si persigues la sabiduría y el conocimiento...



Desde el Castillo árabe siglo XII se divisa la Iglesia de la Encarnación de estilo neoclásico.





El Castillo se encuentra encrespado en una roca desde donde se controla toda la comarca y alrededores...











A los pies del castillo el cementerio parroquial...



... y ya desde la balconera de nuestra pernocta, excelents vistas de nuestra incursión del día.


Días, Olvera-Alcalá la Real.

Amanecidos y tras un impresionante desayuno a costa de una caracola de churros recién hecha, recogemos y cargamos la gorda hacia nuestro nuevo rumbo...





... Alcalá la Real. Allí en lo más alto se encuentra nuestro Mirador particular...

... y oteando al frente, nuestra excursión diaria.

La Fortaleza de la Mota se erige a más de mil metros de altitud y destaca por su Torre del Homenaje. 





En el recinto amurallado se encuentra la Iglesia Mayor Abacial, siglo XVI.

La iglesia permanece inactiva tras el incendio causado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia.



Fuera del recinto amurallado en los Jardines de la Trinidad, un curioso palomar...

... y palomita, ja, jaa.







Uno se pierde rebuscando...

... aunque al final siempre es encontrado, Salud!


Último día y vuelta.

Pues eso, otro viaje más que disfrutado por tierras del sur y pensando ya en el siguiente... ARRIONDAS!.