Retorno europeo por carretera... y en familia! Dos semanas para disfrutar de conocidos enclaves dignos de ser compartidos y saboreados. Porque de eso se trata, mostrar lo que un viaje en moto es capaz de transformar o trastornar, resaltar o tipificar, englobar o particularizar y todo ello, dentro de nuestra cabezota. Comprender el por qué de tantas posturas que afrontamos a lo largo de nuestras efímeras vidas.
No esperar nada, tan solo sentarse, mirar, oir, paladear y distraer los sentidos con todo aquello que discurre a nuestro paso. Llenar nuestras mentes con viandas y caldos degustados en "establecimientos con encanto a la par que divertidos" y con costumbres asimiladas en acogedoras tierras descentralizadas. Caldos que ya se echan de menos y no precisamente de pollo...
En definitiva 5000 kms de carreteras y pasos que se suman a la grupa de aguerridos motoristas, pero también a las mochilas de incipientes compañías... EUROPA RUGE, DE NUEVO!
Cuaderno de bitácora: jornada 1.
Calatayud es el aperitivo inicial de la ruta elegido por su cercanía y empatía con quien escribe, y es que Lérida ya no dispone de nuestro hotel favorito en aquella área de servicio junto a la autopista. Ése área que tantos inicios de viaje ha soportado junto a dos intrépidos y pendencieros motoristas ávidos de entretenimiento y reposo en barrica ja, ja. Al final todo queda en familia así que pernoctamos en otro conocido, el Mesón de la Dolores.
... pero antes todo un clásico, el área 103 y sus refrescos para el gaznate.
Cuaderno de bitácora: jornada 2.
Día para relajarse y disfrutar. Tras la visita obligada y parada de rigor en Andorra para abastecer algún que otro pequeño vicio, emprendemos ruta hacia otra conocida en nuestro periplo francés, Ax-Les-Thermes.
Como es costumbre, llegamos al país vecino atravesando el túnel d'envalira.
Ya en el país vecino, a nuestras anchas por la N-22...
... y N-20.
A la tarde y en nuestro hotel favorito (decadente y a buen precio), cena y primera degustación de vinos franceses... bonne nuit!
Cuaderno de bitácora: jornada 3 y 4.
Deseando empaparnos de La Alsacia y de las fragancias de sus campos de viñedos y arquitectura multicolor, pero primero, y como mandan los cánones, atravesar el país por el mejor sistema de autopistas del mundo, eso si, prepara la cartera que la broma puede llegar hasta asustar ja, ja. De este modo sucede toda la jornada 3 del viaje, y a la tarde-noche búsqueda de parada y fonda junto a la autopista en las afueras de Dijon. Novedosa cadena de hoteles de carretera... y con wifi!
Amanece que es temprano y arranca la jornada 4 pero no antes de nuestra liturgia matinal, incluyendo desayuno vigorizante y vaciado relajante ja, ja.
Metidos en harina: Ruta de los vinos de La Alsacia. Una ruta magnífica en todos los sentidos, donde se suceden pueblos pintorescos inundados de viñedos e innumerables indicaciones para degustar los vinos de sus bodegas...
... y en medio la ciudad de Colmar.
Ciudad medieval muy bien conservada y antigua moneda de cambio para los enfrentamientos bélicos entre alemanes y franceses, Colmar es en la actualidad un rincón de Europa que sorprende tanto por su magnificencia (Catedral o Colegiata de San Martín)...... como por su cotidianidad entre mercadillos, comercios y calles angostas.
... o la fuente erigida en memoria del oficial de justicia imperial Schwendi, que según cuenta la leyenda se trajo algunas de las plantas de vino desde Hungría que forman parte, desde entonces, de los vinos de la Alsacia.
Cuaderno de bitácora: jornada 5.
Inmersos en Alsacia, desayuno reparador y liturgia matinal. La jornada de hoy nos ha de llevar por un sinfín de pueblos decorados con viñedos en sus márgenes y flores en sus ventanas y balcones. Pequeñas nubes y alguna llovizna que aunque difusas nos mantienen en constante alerta a la hora de pensar en nuestros trajes de agua.
Inmersos en Alsacia, desayuno reparador y liturgia matinal. La jornada de hoy nos ha de llevar por un sinfín de pueblos decorados con viñedos en sus márgenes y flores en sus ventanas y balcones. Pequeñas nubes y alguna llovizna que aunque difusas nos mantienen en constante alerta a la hora de pensar en nuestros trajes de agua.
Después de una espera eterna por el tráfico de acceso, aparcamos las motos y decidimos andar hasta su magnífica presencia, castillo de Haut-Koenigsbourg.
... y la Sinagoga, de estilo neo-románico, del XIX.
Cuaderno de bitácora: jornada 6.
La jornada perfecta para perdernos por esas secundarias del interior de la Alsacia. Se trata de ir matando el tiempo rodando por el oeste de la región y atravesando inumerables pueblos y climatologías tan dispares. A media tarde arribar a la bonita ciudad medieval de Riquewihr y patearla hasta que nuestra hora europea de cenar, se haga presente.
... destaca imponente la Torre Dolder de 25 mts de altura.
Cuaderno de bitácora: jornada 7.
Toca cambio de tercio, abandonamos Alsacia para adentrarnos en tierras germánicas hacia la Selva Negra, próximo destino de esparcimiento en nuestro periplo europeo. Durante toda la jornada nos perderemos y volveremos a encontrar, y es que si no fuera así, no sería todo un periplo ja, ja.
... y por supuesto vinos de la zona (con devolución de casco ja, ja), VA POR USTEDES! Y antes de la tormenta, recogimiento a nuestro hotel favorito del día.
Cuaderno de bitácora: jornada 8.
Inmersos en la Selva Negra y campando a nuestras anchas, porque es lo que toca. Descubriendo e indagando rincones por los que rodar sin aburrirse, incluyendo pasos erráticos urbanos por Baden- Baden. Siguiendo el rumbo fijado por la legendaria B500, una carretera imprescindible para los amantes de la moto y una secuencia fantástica de curvas y miradores. Disfrutar y dar rienda suelta a la imaginación. A la tarde, recogernos en alguna localidad con encanto como viene siendo norma no escrita... Wolfach?
Inmersos en la Selva Negra y campando a nuestras anchas, porque es lo que toca. Descubriendo e indagando rincones por los que rodar sin aburrirse, incluyendo pasos erráticos urbanos por Baden- Baden. Siguiendo el rumbo fijado por la legendaria B500, una carretera imprescindible para los amantes de la moto y una secuencia fantástica de curvas y miradores. Disfrutar y dar rienda suelta a la imaginación. A la tarde, recogernos en alguna localidad con encanto como viene siendo norma no escrita... Wolfach?
En la mítica B500 , el punto de encuentro para motoristas venidos de todas partes...
... y en Freudenstadt, trenecito de turistas después del fiasco de la markplatz más grande de toda la cristiandad ja, ja.
Parada y fonda del día, la ciudad de Wolfach.
Su centro histórico es una gran avenida fácil de pasear y admirar, llena de restaurantes, cafés y tiendas al uso.
Unos que llegan...
Cuaderno de bitácora: jornada 9.
Jornada de acercamiento a Suiza enfilando de nuevo la B500, esta vez de un tirón hasta el destino elegido de la jornada. En medio, visita al lago Titisee incluyendo esparcimiento naútico para a continuación, como viene siendo ley, perdernos por secundarias que nos han de retornar, otra vez, a la ya familiar 500 hasta el cruce con la 34.
Jornada de acercamiento a Suiza enfilando de nuevo la B500, esta vez de un tirón hasta el destino elegido de la jornada. En medio, visita al lago Titisee incluyendo esparcimiento naútico para a continuación, como viene siendo ley, perdernos por secundarias que nos han de retornar, otra vez, a la ya familiar 500 hasta el cruce con la 34.
Gutach llama la atención por un viejo vagón de la DB.
En Triberg nos despedimos deseando una buena ruta...
Sol en buena compañía solo apto para "disfrutadoras" del disfrute...
Estos teutones saben lo que es una zona recreativa en condiciones: tiendas, cafeterías, restaurantes, bares y entretenimientos varios...
... y exploradores del Viejo Continente ja, ja.
A falta de bañador retomamos el sendero hasta Bad Säckingen y nuestro hotel favorito, que todo hay que decirlo, incluye un restaurante muy, pero que muy recomendable.
Cuaderno de bitácora: jornada 10.
La añorada Zuiza, país de la diversión y la alegría, además de un nivel de vida pelín prohibitivo para ibéricos poco acostumbrados aunque cumplidores con la normativa (véase la famosa pegatina). Jornada con un destino claro: Lucerna.
La añorada Zuiza, país de la diversión y la alegría, además de un nivel de vida pelín prohibitivo para ibéricos poco acostumbrados aunque cumplidores con la normativa (véase la famosa pegatina). Jornada con un destino claro: Lucerna.
Carreteras capadas para la velocidad y autopistas para procesionarios.
Cuaderno de bitácora: jornada 11.
Con la mente puesta en Los Alpes y coronar el Furkapass. Solo hace falta no perderse por las nacionales ni equivocarse de dirección en las autopistas, incluida una tediosa espera dentro de un túnel ante la atónita actitud de un polizei, incapaz de darme el alto entre los coches pero a que mi colega caza (ja, ja) aunque sin amonestación escrita. Parada y fonda en Gruyères, origen y nombre del afamado queso pero no de sus mediocres vinos, en fin.
En Gruyères nuestro hotel familiar favorito de la jornada...
...y en la calle arte alienígena con museo incluido.
Cuaderno de bitácora: jornada 12.
Iniciamos la vuelta, y como siempre autopista y más autopista...
... hasta Sévérac-le-Château, pequeño pueblo medieval que bien merece una introspección más exhaustiva por lo poco visto y admirado. Cena europea al uso francés y a descansar.
A la mañana siguiente neblina matinal en nuestro hotel favorito. Cargamos como siempre y nos despedimos de Francia con un hasta luego!
Después, y ya en Logroño, de tapas y vinos por el centro de la ciudad para recogernos antes de lo debido a nuestro hotel favorito. A la jornada siguiente y 14, arribar a Madrid donde todo comenzó hace ya dos semanas... Y HASTA LA PRÓXIMA!
Cuaderno de bitácora: jornada 13 y 14.
Final de viaje y reencuentro con Millau y su imponente Viaducto. Desde allí enfilaremos a Roncesvalles donde brindaremos con copa de vino español, como mandan los cánones.
2 comentarios:
Sencillamente tremenda la ruta que os habeís marcado. Vamos de lo mejorcito de cada zona y algunas que gracias a vuestro post conocemos y que tomamos nota para futuras visitas.
Gracias por compartir.
Muchas gracias pareja!
Un saludo.
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