
Así era denominada por los celtíberos hace ya muchos siglos, pero fue con la dominación romana y árabe cuando pasó a denominarse definitivamente ciudad de Segovia. Dicho esto, he de añadir que una jornada que no pintaba nada bien desde el punto de vista lúdico-motorista, no en vano casi toda la ruta hasta mi destino sucedió entre niebla, al final pudo arreglarse, y de que manera!. Segovia es junto a Toledo y Ávila otra gran ciudad fortificada testigo de numerosas batallas, encuentros y desencuentros, momentos de nuestra historia menos reciente que para servidor suponen un magnífico hallazgo y que representan, un poquito más, el apriete de esa tuerca que forma ya parte del engranaje de un asentado aprendizaje.
Mi entrada en la ciudad no puede ser más triunfal, en el mismísimo acceso al centro me topo con la Plaza de Azoguejo...

... para desde allí enfilar en cuesta hacia el antiguo casco histórico, no sin antes detenerme a inmortalizar, a mi izquierda, el Palacio del Marqués de Lozoya.

Al tratarse de una zona restringida al tráfico no me queda más tu tía que despedirme por un rato de mi nena, eso sí, se queda a buen recaudo compartiendo con otras conocidas ja, ja.

Frente a la Plaza Mayor se encuentra la Catedral de Santa María llamada la "Dama de las Catedrales" por sus excepcionales dimensiones....

... pero antes, y previo al acceso a la Plaza Mayor llama mi atención esta antigua iglesia, que es ni más ni menos la Iglesia de San Miguel, templo de estilo románico que fue testigo mudo de la coronación de la Reina Isabel la Católica dentro de sus muros allá por el 1.474.

La "Dama" fue construida entre 1.525 y 1.577 para sustituir el templo románico semidestruido en las guerras de las comunidades al hacerse fuerte las tropas comuneras frente a las tropas imperiales situadas en el Alcázar, y es, junto a la catedral nueva de Salamanca, la muestra del gótico más tardía de la arquitectura religiosa española.

La majestuosa y robusta torre de planta cuadrada terminaba en un chapitel de madera de caoba traída de América. Ésta, al ser destruida por un rayo en 1.614 se sustituyó por una cúpula de estilo herreriano rebajando su altura en 12 metros, toma ya!.

Dejo atrás a mi querida vieja Dama e inicio el descenso por donde llegué, y de repente, de frente y ante mi, el buque insignia de la ciudad de Segovia, su Acueducto.

El Acueducto de Segovia es la obra de ingeniería más importante y mejor conservada de la época romana en la península. Conduce las aguas desde el manantial de la Fuenfría, situado en la sierra cercana a 17 kms, hasta la misma ciudad, y es en la Plaza del Azoguejo donde el monumento presenta todo su esplendor.

Está construido enteramente con sillares de granito colocados sin argamasa entre ellos, por ello que se trate de una obra de ingeniería tan importante, los sillares se sostenían únicamente mediante los esfuerzos creados con la interacción entre las piedras. Como curiosidad mencionar que sobre los tres arcos de mayor altura había en la época romana una cartela con letras de bronce donde constaba la fecha y el constructor, el copyright vamos.

De tan magnífica construcción solo me resta mencionar que en el primer sector del Acueducto sus arcos fueron reconstruidos en el siglo XV para restaurar la parte destruida por los musulmanes en el año 1.072, y no quedó nada nada mal, doy fe.

Continuo andadura por la ciudad pero esta vez me aventuro por sus alrededores fuera ya del recinto amurallado, porque sí amigos, Segovia fue una ciudad amurallada de la que se conservan, además, tramos de su antigua muralla fortificada en perfecto estado.
Cruzando el río Eresma por el puente de la Casa de la Moneda y pegado al paraje de la Alameda se encuentra el Monasterio de Santa María del Parral...

Este conjunto monacal perteneciente a la Orden de los Jerónimos data del siglo XV y en sus claustros cohabitan los estilos gótico, mudéjar y plateresco.

La fachada de entrada a la Iglesia da sensación de desnudez, como si estuviera inacabada, solo la decoración de su portada y la torre de campanas renacentista la hace parecer levemente pudorosa.

Muy cerquita se encuentra el actual Convento de Las Carmelitas, siglo XVI, y es aquí donde precisamente se encuentra el santo sepulcro de San Juan de la Cruz...

... y en lo más alto, vigilante, el impresionante Alcázar. Situado sobre una roca labrada por los ríos Eresma y Clamores, esta fortaleza ha permanecido durante siglos inexpugnable.

Data del siglo XII y ya en la Edad Media, tanto por su seguridad como por la proximidad de zonas de caza, el Alcázar se convirtió en una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, en especial de Alfonso X. En esta panorámica puede apreciarse, entre otras, la grandiosa Torre del Homenaje.

Cambio de enclave y cambio de monumento, esta vez con una planta dodecagonal me encuentro frente a la Iglesia románica de la Vera Cruz del siglo XIII, uno de los templos de este estilo mejor conservados de Europa, ahí es ná.

Su construcción ha sido tradicionalmente atribuida a los Templarios, pero actualmente se cree que fue la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén la que ejecutó su levantamiento y que dependió, como encomienda, de la Colegiata de Toro en Zamora.

Sobre la portada principal dos cruces de malta rubrican la propiedad de sus actuales dueños, la Orden de Malta.

Como suele ocurrir en tantas ocasiones y a fin de conservar el rico patrimonio de nuestras ciudades, en Segovia la actual sede de su Universidad es el antiguo Convento de Santa Cruz la Real, data del siglo XII y fue, hasta su conversión en centro de estudios, sede de la Orden de los Dominicos. Ya por entonces contaba la leyenda que Santo Domingo hizo penitencia en una cueva cercana al río sobre la que llevaría a efecto la fundación...

... yo sin embargo, me quedo con su monumental portada de estilo plateresco, simplemente espléndida...

... y desde Segovia, SEGUIMOS RODANDO!.
