
... la que impregna cualquier rincón de éstas carreteras que atraviesan la cuenca alta del río
Lozoya. Un regalo para los sentidos que me hace recordar otros tiempos en los que compartía más a menudo el contacto directo con la naturaleza, es pues sólo una razón de frecuencia en el tiempo, nada más.
La ruta de 200
kms se inicia en
Lozoyuela muy cerca de Madrid por la A-1, y se mantiene viva en todo momento gracias a los numerosos pueblos que se atraviesan: Cinco Villas,
Manjirón, Paredes de
Buitrago,
Prádena del Rincón, Puebla de la Sierra,
Robledillo de la Jara,
Berzosa de
Lozoya y Serranía de la Fuente . Éste trajín de pueblos y paisajes, hacen ahondar en mí ese sentimiento de contacto, tan necesario a menudo, entre gentes de distintos ámbitos y costumbres.
Tras un almuerzo serrano, como mandan los cánones, en
Prádena del Rincón a base de
montadito de lomo, me adentro más y más en éste espacio de tan singular belleza y frondosa vegetación... esencia de jara.
El municipio de
Lozoyuela comprende tres núcleos de población:
Lozoyuela, Las Navas de
Buitrago y
Sieteiglesias, municipios que fueron independientes entre sí hasta 1973.

La Presa del
Villar fue
construida en 1867 por los ingenieros
Morer y
Boix y entró en servicio en 1879. Está situada en las proximidades del antiguo vado del
Villar y del puente del mismo nombre.

En
Paredes de Buitrago son importantes las antiguas vías pecuarias o cañadas, estas se encuentran rodeadas de pastizales con cerca vegetal y viejunos bosques de robles.

Como la mayoría de los pueblos serranos de la zona, su origen viene condicionado por la necesidad de pastos de invierno para el ganado.

Simpáticos oriundos del lugar disfrutando de un perfecto día de campo.

En
Prádena la orografía es accidentada sobre todo en la zona oriental y se abre según un pequeño valle por el pico de la
Dehesilla

El nombre original de
Puebla de la Sierra hacía referencia al de los cerros a cuyo pie se asienta la villa y cuya silueta recuerda a la de una mujer yacente.

Vestigios de un asentamiento pasado...

... adornan el paisaje a mi paso.

El relieve muy accidentado ha condicionado el tradicional aislamiento de Puebla de la Sierra, que aún se comunica con
Prádena por los 18 kilómetros de la M-130 que alcanza cotas superiores a los 1.600 m y es, a veces, cortada por la nieve.

Dominado por masas boscosas con grandes extensiones repobladas de pino, el paisaje se compone además, de amplias zonas de robledales autóctonos así como de monte bajo de jarales, cantueso, brezo y rebollos. El término municipal se encuentra integrado en la Reserva Nacional de Caza de
Sonsaz.

En algunos tramos es acojonante comprobar la pendiente que alcanza la carretera... 14%!.

De vuelta a Madrid pasando por
Robledillo, localidad cuyo nombre hace referencia a los abundantes bosques de robles que en tiempos poblaban el territorio, y así, en la espera de repetir ruta, HASTA LA PRÓXIMA!.